La gente quiere regresar al libro impreso: presidente de la Cámara Colombiana del Libro
La gente quiere regresar al libro impreso: presidente de la Cámara Colombiana del Libro
El economista egresado de la Universidad de Antioquia, Emiro Aristizábal Álvarez, es el nuevo presidente de la Cámara Colombiana del Libro. Entre otros proyectos, el directivo tiene a cargo la realización de la Feria Internacional del Libro de Bogotá y 16 eventos del libro en el país. Conversamos con él sobre su nuevo cargo.
Emiro Aristizábal es egresado de la Universidad de Antioquia y ha tenido una larga carrera en el sector editorial. Actualmente es el presidente de la Cámara Colombiana del Libro. Foto: Cámara Colombiana del Libro - Cortesía
En sus días como estudiante del pregrado de Economía de la Universidad de Antioquia, Emiro Aristizábal Álvarez, actual presidente de la Cámara Colombiana del Libro —CCL—, salía de la Biblioteca Central y, sobre el costado norte del edificio, veía a un viejo delgado, de frente amplia y con gafas redondas, pintar un mural que representa al hombre emocionado ante los grandes descubrimientos de la ciencia y la naturaleza. Era el maestro Pedro Nel Gómez, dejando su huella en la, por aquel entonces, recién inaugurada Ciudad Universitaria.
Ese es el recuerdo más vívido que tiene Emiro cuando piensa en su paso por la UdeA, donde se graduó en 1973. Luego de realizar sus estudios posgraduales en la London School of Economics, regresó al país a trabajar en varios sectores de la economía, y fue en el área editorial donde edificó una carrera como directivo: Editorial Televisa, Distribuidoras Unidas, coordinador del Comité Financiero de la Cámara y presidente de su junta directiva.
Tras la renuncia de Enrique González Villa, que estuvo en el cargo durante 12 años, la junta designó el pasado 21 de enero a Emiro Aristizábal como nuevo presidente. En el periódico Alma Mater conversamos con él sobre los retos que tiene la CCL durante este año, cuando se realizará, nuevamente, la edición presencial de la Feria Internacional del Libro de Bogotá —FILBo—, que tiene como invitado de honor a Corea del Sur; del impacto de la pandemia en el sector editorial y las librerías, y la importancia de las editoriales universitarias.
¿Cuáles son los principales retos actuales de la CCL, en medio de la pandemia que atravesamos?
Trabajar por el libro y la lectura en Colombia a través de diferentes acciones. El principal es la FILBo. Nosotros somos, con Corferias, los organizadores del que considero el evento cultural más importante del país. Vamos a regresar a la presencialidad después de dos ediciones que fueron virtuales. Ese es el principal reto, organizar de nuevo la FilBo. El último año que se hizo presencial, en 2019, asistieron más de 600 000 personas.
¿La FilBo será totalmente presencial o será híbrida: una parte digital y otra presencial?
Nosotros vamos a tener una parte virtual. Esperamos que para abril haya pasado el tercer pico de la pandemia porque mucha gente que está fuera de Bogotá quiere participar de las actividades. Sin duda la virtualidad llegó para quedarse, aunque mucha gente quiere ya estar de nuevo de forma presencial para ver los libros, los autores y asistir a las conferencias. Estamos seguros de que la gente asistirá masivamente a la Feria.
La FILBo y las demás ferias y fiestas del libro del país son un espacio muy importante para las editoriales. ¿Cómo ha vivido el sector editorial durante la pandemia?
Esa pregunta tiene dos respuestas. El 2020 fue un año muy difícil, fue el confinamiento y las librerías estuvieron cerradas buena parte de ese tiempo. Afectó todas las actividades económicas del país y del mundo. Las ventas de libros en 2020 cayeron. Ahora estamos recolectando la información de 2021, porque la CCL elabora anualmente un informe estadístico sobre el libro en el país, y las cifras iniciales que estamos viendo es que hubo un renacer del libro y aumentaron las ventas sustancialmente. Eso puede ser un efecto post pandemia. Creemos que la gente se cansó un poco de las pantallas porque trabajaba en ellas, luego veía televisión en los ratos libres y eso los agotó, por eso ha querido regresar al libro impreso. Las cifras del año pasado fueron positivas y esperamos tenerlas en abril y mayo completamente.
¿Cuál es la perspectiva que tiene de las editoriales universitarias?
Veo una gran posibilidad en las editoriales de las universidades. En principio, porque los profesores son los primeros llamados a producir materiales, documentos que son muy técnicos y que dan cuenta de las investigaciones que se realizan en las instituciones educativas; los llamados a publicar ese contenido son las universidades. Sabemos que muchas de las calificaciones internacionales que dan a estas instituciones están basadas en las publicaciones que realizan, no solo en las revistas indexadas.
A nivel internacional, editoriales universitarias como Oxford University Press, entre otras, figuran entre las grandes editoriales del mundo y se dedican a editar e imprimir el conocimiento que se realiza en las universidades. La editorial Universidad de Antioquia produce un gran material.
¿Está cambiando el modelo de negocio de las librerías, teniendo en cuenta que ahora el mercado electrónico elimina al intermediario?
Hay lectores, entre los que me incluyo, que nos gusta ver las librerías, que nos gusta tocar los libros, analizar los anaqueles, ver las mesas con los libros, etc. Esa es una experiencia muy importante para el lector. Hay otros que no tienen mucho tiempo, pero quieren leer, entonces surgen las alternativas virtuales.
Las librerías siguen siendo una opción muy importante porque hoy, más que centros comerciales, son centros culturales: hay presentación de libros, conversatorios, firma de ejemplares, etc.
Muchas de las librerías tradicionales han adecuado sus páginas para el comercio electrónico y vender. Eso abre posibilidades. Hay que entender que no en todo el país hay librerías. Hay en las grandes ciudades, pero en las ciudades pequeñas y medianas hay de pronto una papelería que llevan tres libros o cuatro, o los más vendidos, y no tienen opciones de ofrecerle un catálogo amplio al lector de esas regiones. El mercado electrónico les abre posibilidades a esos lectores.