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El Parque Aéreo se ha articulado a la agenda cultural de Viernes U. Foto: Juan Pablo Muñoz

Desde hace un tiempo, un grupo de estudiantes de diferentes carreras de la Universidad ha impulsado un proyecto para vincular el arte y el deporte al aeropuerto, zona ubicada en el costado norte de Ciudad Universitaria. A través del Parque Aéreo se brinda una alternativa para darle otra mirada a este lugar en el que unos estudian, otros hacen deporte o simplemente descansan y algunos consumen sustancias psicoactivas. 

Estos jóvenes están vinculados a la programación cultural de Viernes U, movilizan su talento e impulsan el arte y el deporte, no solo en el aeropuerto, sino en otros espacios de la Alma Máter, como la Plazoleta Barrientos. Una alternativa de bienestar accesible a la comunidad universitaria.

En el aeropuerto las personas sí pueden ir a volar, esto dicen los integrantes de Parque Aéreo. Y tienen razón: elevan sus cuerpos en las telas, en las barras o en las cuerdas, mientras practican deportes de alto alto riesgo. A estas actividades se puede vincular cualquier persona interesada. 

La idea del Parque Aéreo surgió con la llegada de las Zonas de Orientación Universitaria (ZOU), un proyecto de la Gobernación de Antioquia y Entornos protectores, al que se vinculó la corporación Surgir y el programa de Promoción y Prevención de la Universidad. 

El Parque Aéreo agrupa actividades como las barras, el acroyoga, el mástil chino, el slackline, las telas, el break dance, la escalada y otras disciplinas que ya se están integrando a las monitorías que ofrece la Dirección de Bienestar Universitario.  

El proyecto espera incidir en el cambio de la visión negativa que se tiene del aeropuerto y brindarles a las personas que consumen drogas en este espacio otras actividades a las que se vinculen en su tiempo libre.

Julián Gallo, estudiante de Ingeniería Industrial y uno de los líderes del Parque Aéreo, cuenta que “desde allí es donde nace esa necesidad como grupo, de que se les reconozca como una herramienta que genera un cambio, que construye universidad desde otra perspectiva y que además le roba tiempo al consumo”.

El Parque Aéreo lo conforman más de 300 personas que quieren impactar en la Universidad para reducir los prejuicios respecto a las personas que visitan el aeropuerto, además vincular a otros grupos y ofrecer información para la toma de decisiones frente al manejo responsable del consumo.

“Es brindarles información, capacitación y además deporte, que ayuda a liberar tensiones, posibles depresiones o situaciones difíciles que los lleven a otras acciones”, comenta, Julián Gallo.