Luis Fernando Restrepo, adiós a un hijo de la U
Luis Fernando Restrepo, adiós a un hijo de la U
Quienes conocieron a este profesor, magistrado y directivo resaltan que en todas las tareas que ejerció se destacó por su sensibilidad con los derechos y libertades de las personas, así como por su compromiso y dedicación a la Alma Máter.
Luis Fernando Restrepo Aramburo (1951-2021). Foto: Facultad de Derecho y Ciencias Políticas UdeA.
Una persona que llevó siempre en su alma el ADN de la Universidad de Antioquia. Así se puede definir la vida de Luis Fernando Restrepo Aramburo, docente, investigador y magistrado auxiliar de la Corte Constitucional, quien falleció a los 69 años de edad.
«La palabra huérfano no tiene un correlato para expresar en este momento, pues la Universidad ha perdido a uno de sus grandes hijos», manifestó Julio González Zapata, compañero de trabajo de Restrepo Aramburo por muchos años.
Este estudioso del Derecho nació en Andes, suroeste antioqueño, el 27 de diciembre de 1951, estudió su primaria y secundaria en el Colegio San José, de Medellín, y en 1975, cuando aún le faltaban dos años para recibir su título de Doctor en Derecho y Ciencias Política, ya era auxiliar de cátedra en su facultad de la Alma Máter.
En esta unidad académica se desempeñó por 17 años como profesor, director del Centro de Investigaciones, jefe de Departamento, Vicedecano y Decano, tareas que ejerció de forma simultánea con su participación en comisiones y comités institucionales, por encargo de las directivas universitarias.
«Fue un hombre profundamente sensible a los derechos y libertades de las personas, de hecho, eso era lo que nos inculcaba. Era un librepensador, respetuoso en grado sumo con sus alumnos», dijo la constitucionalista Bernardita Pérez Restrepo, al recordar sus clases.
«Era un gran profesor en el área de derecho público y constitucional», afirmó el penalista Julio González.
Entre 1982 y 1983 estuvo en comisión de estudios en la Universidad de Minnesota, Estados Unidos, gracias a una beca Fullbright-Laspau, periodo en el que siguió vinculado a la Facultad de Derecho de la UdeA con algunas actividades administrativas.
En 1988 fue elegido Decano, cargo que ocupó hasta el 31 de diciembre de 1990, y para julio de 1991 fue nombrado Secretario General de la UdeA, hasta su renuncia al cargo en septiembre de 1992 y pocos meses después, el 23 de febrero de 1993, solicitó una comisión no remunerada por un año —a la que se sumó en diciembre de ese año su renuncia— para ser magistrado auxiliar en la Corte Constitucional, tarea que ejerció durante ocho años.
«Lo vi partir cuando nombraron al maestro Carlos Gaviria en la Corte Constitucional, porque él quiso que fuese su magistrado auxiliar. Sé que, de la mano de él, porque así siempre lo dijo Gaviria, fue un apoyo importantísimo para él hacer esa gestión tan significativa, tan trascendente», aseguró Bernardita Pérez.
Regresó a la Alma Máter el 1 de marzo de 2001, como director de la Oficina de Asesoría Jurídica, cargo en el que estuvo hasta el 1 de agosto de 2006, periodo en el que en varias ocasiones ejerció como Secretario General encargado.
Pero esto no significó que se desvinculara de la Alma Mater, pues continuó prestando sus servicios para fortalecer el conocimiento entre estudiantes de diversas disciplinas y defendiendo la autonomía universitaria, como se ve en este programa de 2015.
«Tuvo siempre a la Universidad en sus pensamientos hasta sus últimos días y la universidad tendrá en Luis Fernando un referente permanente, porque es de esas personas que pasa por las instituciones dejando una huella», puntualizó González.