Sociedad

Además de estas tres dependencias, la Rectoría de la Universidad solicitó a todas las unidades administrativas del nivel central revisar todos sus procesos, con el fin de identificar dónde se pueden hacer nuevos ajustes. Foto: Dirección de Comunicaciones de la UdeA

Buscar alternativas de funcionamiento más eficientes desde la administración central, mediante la optimización de recursos, es una prioridad planteada desde diferentes instancias de gobierno de la Alma Máter, con el fin de contribuir al bienestar financiero de la Universidad de Antioquia, lo cual implica disminución de gastos de funcionamiento y de nómina.

En este contexto se llevaron a cabo en semanas recientes reorganizaciones en tres unidades administrativas —la Vicerrectoría Administrativa, la Dirección de Planeación y la Dirección de Comunicaciones— y están en análisis reformas similares en otras áreas, algunas de las cuales se presentarán a consideración del Consejo Superior Universitario antes de que concluya este año.

Según Jaime Ignacio Montoya Giraldo, jefe de la Dirección de Planeación y Desarrollo Institucional, desde la administración central se ve la actual coyuntura financiera de la Universidad como una oportunidad para mejorar sus procesos, sin comprometer la calidad de sus servicios misionales.

«Esta situación compleja que atravesamos nos ha puesto a pensar en alternativas de funcionamiento más eficientes, con el fin de que esta forma distinta de operar genere también unas posibilidades distintas de relacionamiento de los procesos; y genere también oportunidades de expresar esos procesos administrativos con una estructura más liviana, que al mismo tiempo mantenga el servicio fundamental que damos a la misionalidad de la Universidad», expresó el directivo.

Montoya agregó que la reorganización ya comenzó en el Consejo Superior, donde se debatió y aprobó recientemente la fusión de seis divisiones adscritas a tres unidades administrativas, y se proyecta que en los próximos meses se adelanten procesos similares en otras.

«Esto implicó la revisión de las divisiones —unidades de segundo nivel dentro de la estructura organizacional de la UdeA— y vimos oportunidades para articular el trabajo de algunas de ellas de manera diferente», explicó Jaime Montoya.
 

Así fue la reorganización 
 

• En la Vicerrectoría Administrativa se fusionaron la División de Servicios Logísticos y la División de Infraestructura Física, que se convirtieron en la División de Infraestructura y Logística.
   
• La Dirección de Planeación tuvo ajustes en sus divisiones de Arquitectura de Procesos y Planes y Proyectos. La fusión de estas dio paso a la División de Estrategia y Organización.
   
• En la Dirección de Comunicaciones, dos de sus tres divisiones se fusionaron. Así, las divisiones de Contenidos, Medios y Eventos y la División de Comunicación Interna y Externa, se unieron en la División de Estrategias, Contenidos y Medios. 

Para Montoya, estas reconfiguraciones significan adelantar de una manera más articulada y con igual o mayor eficiencia los mismos procesos que se hacían en esas unidades administrativas, sin afectar las buenas prácticas laborales y la atención o prestación de servicios a los diferentes usuarios de la comunidad universitaria.

Este adelgazamiento estructural —que permitió la eliminación de cargos directivos en la modalidad de contratación de libre nombramiento y remoción, así como la reducción de costos operativos—, se dio luego de que la Rectoría, a través del acompañamiento de la Dirección de Planeación y Desarrollo Institucional, elaborara y presentara ante el Consejo Superior Universitario —CSU— el estudio técnico denominado «Propuesta de ajuste a la estructura orgánica de dependencias administrativas del nivel central», que tras los debates correspondientes fue aprobado por ese órgano de gobierno mediante la Resolución Superior 2618, del 27 de agosto de 2024. 

Según Montoya, «el adelgazamiento de la estructura en esta primera etapa significa una reducción de aproximadamente 700 millones de pesos al año, que dejan de consumirse de los fondos generales y quedan a disposición del presupuesto de la Universidad para priorizar otros aspectos misionales de la UdeA».

Pero el proceso no ha terminado. «El rector nos puso la tarea a todas las dependencias del nivel central de revisar nuestras estructuras y desde la Dirección de Planeación estamos haciendo un análisis de todas ellas, conversando con los diferentes vicerrectores y directores, para encontrar otras oportunidades de lograr un trabajo más simplificado mediante el adelgazamiento de esa estructura», dijo el directivo, quien precisó que tanto el Consejo Superior como el Consejo Académico también han propuesto ajustes que están siendo evaluados.

Se espera que antes de finalizar el año se presente un nuevo conjunto de propuestas al Consejo Superior, para su análisis y aprobación, con el fin de que, desde el nivel central, se aporte más en el proceso de austeridad en el que se encuentran comprometidas todas las unidades administrativas y académicas de la Universidad.

«Lo importante es que todos los integrantes de la comunidad universitaria: estudiantes, profesores, empleados, egresados, sepan que como administración central tenemos el compromiso de buscar dentro de nuestras dependencias esas oportunidades que tenemos de hacer un trabajo mucho más eficiente», insistió Montoya.

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