Dos años de avances destacados en la UdeA en torno a la pandemia
Dos años de avances destacados en la UdeA en torno a la pandemia
Grupos de investigación de la Universidad de Antioquia encontraron en la pandemia una oportunidad para avanzar en sus estudios y hacer aportes fundamentales para la atención de las personas y para la lucha contra un virus que sorprendió al planeta.
La profesora María Teresa Rugeles y uno de los estudiantes en el laboratorio de Inmunovirología. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA
Desde el principio de la pandemia, antes de que en el país se ordenara el confinamiento general, la Universidad de Antioquia puso a disposición de los organismos de salud nacionales, departamentales y municipales toda su experiencia, conocimiento y personal disponible, con el fin de ayudar a atender a la población durante la emergencia sanitaria.
Luego de que el virus llegó al país, pasaron dos años en los que grupos de investigación de la Alma Máter hicieron grandes aportes que contribuyeron en la lucha contra la enfermedad de la covid-19 causada por el virus SARS-CoV-2. En este texto, les presentamos algunos de esos logros.
Aislamiento del biológico
El 6 de abril de 2020 la UdeA anunció que investigadores del Grupo de Inmunovirología de la Facultad de Medicina cultivaron y aislaron el virus SARS-CoV-2, un avance importante no solo en Colombia sino en el mundo, pues hasta ese momento pocos centros de investigación en otros países habían logrado este hito, fundamental para los estudios sobre el patógeno y las alternativas para hacer frente a la enfermedad de la covid-19.
Este equipo, que para entonces contaba con casi 33 años de experiencia, especialmente en virus, dedicaba buena parte de sus esfuerzos al estudio del VIH, causante del sida, pero de inmediato concentró su enfoque en este nuevo problema para la población mundial. Gracias a su experiencia y al esfuerzo de los médicos-profesores y de los estudiantes de pregrado y posgrado, lograron en poco tiempo cultivar y aislar el virus, tomado de una de las primeras personas infectadas en Antioquia.
Hoy, el grupo cuenta con unos 80 aislados virales de casi todas las variantes del SARS-CoV-2 consideradas de interés por la Organización Mundial de la Salud —OMS—, ha adelantado trabajos para 150 empresas privadas nacionales y extranjeras y tiene 10 artículos sobre el estudio del SARS-CoV-2 y la covid-19, publicados en revistas indexadas.
Todo esto muestra que el Grupo de Inmunovirología se ha convertido en un referente nacional e internacional, tanto para otros grupos de estudio y centros académicos como para el sector privado. Además, ha abierto oportunidades de investigación para los profesores y estudiantes de este equipo y le ha servido para la adquisición de insumos y recursos para continuar con su labor científica y de enseñanza a los profesionales de la salud. Una muestra de ello es que ya están trabajando sobre la inmunidad que deja la vacuna de Pfizer en las personas y, de esta manera, conocer cómo es su respuesta ante las diferentes variantes.
Protocolo Colombia
El protocolo es producto del trabajo conjunto de varias unidades académicas. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA.
El 7 de mayo de 2020 la Universidad informó sobre el desarrollo de un procedimiento experimental que permitía realizar las detecciones moleculares de la covid-19 de una manera versátil y diferente a como se hacía hasta ese entonces. Este tenía el potencial de reducir costos, de realizar un mayor número pruebas y de dar un paso más en el camino hacia la independencia científica del país.
Este fue el resultado del esfuerzo colaborativo de profesores y expertos de la Escuela de Microbiología, de los grupos de investigación Genética, Regeneración y Cáncer —GRC—, Inmunovirología, Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales —Pecet—, Genética Molecular —Genmol— y del Laboratorio Integrado de Medicina Especializada —Lime—.
Del Protocolo Colombia la mayor ganancia fue confirmar las fortalezas científicas de la Alma Máter para innovar y dar respuesta a eventos como una pandemia. Su mayor enseñanza fue mostrar nuevos caminos y la necesidad de buscar, desde la Universidad, cooperación con empresas consolidadas en el campo biotecnológico, con el fin de que los desarrollos de este tipo lleguen más rápido a la población.
Los conocimientos del Protocolo van a ser divulgados en los salones de clase y extrapolados a nuevos escenarios con otros patógenos y enfermedades, en los que sea pertinente aplicar las mismas metodologías. Y en eventuales alianzas con empresas biotecnológicas o incubadoras es posible que se creen start-ups de base científica que beneficien a la universidad, a las compañías privadas y a la comunidad.
Estos mismos profesores, científicos y grupos de investigación se unieron para crear la Unidad de Servicios de Secuenciación Genómica —Uni-SEQs—, plataforma basada en tecnología illumina para la secuenciación y vigilancia inicial de genomas de SARS-CoV-2 y otros patógenos y sistemas biológicos.
Ventilador mecánico
El ventilador mecánico del Gibic está a la espera de la aprobación final del Invima. Foto: Cortesía Gibic
En marzo de 2020, cuando se impuso el confinamiento total en el planeta porque los casos de la covid-19 aumentaban y se vislumbraba una escasez de insumos y equipos hospitalarios, un equipo de profesores y estudiantes de la UdeA, que llevaban más de 20 años de investigación sobre la ventilación mecánica, inició el diseño de un aparato que sería muy necesario para atender la emergencia: un ventilador mecánico para ser construido con la tecnología disponible en Colombia.
El Grupo de Investigación en Bioinstrumentación e Ingeniería Clínica —Gibic—, de la Facultad de Ingeniería de la UdeA, fue uno de los llamados a hacer parte de InnspiraMED, junto a dos equipos de ingenieros, uno de la Universidad EIA y otro de Industrias Médicas Sampedro, los cuales desarrollaron ventiladores mecánicos y captaron apoyo económico de carácter privado, de Colombia y el exterior, para responder con ciencia y tecnología a los desafíos de la pandemia.
Para julio de ese año se recibió la autorización del Invima para la realización de pruebas de emergencia en humanos y en diciembre de 2020 el Gibic ya había entregado más de 70 equipos a clínicas de Medellín, que sirvieron para atender pacientes durante uno de los picos de la pandemia en el marco regulatorio de uso bajo circunstancias excepcionalmente graves.
Para el grupo de la UdeA, esta pandemia le abrió posibilidades con la industria privada y pudo reafirmar la fortaleza de la Alma Máter en investigación aplicada. Mientras tanto, se espera terminar con éxito los procedimientos y cumplir los requisitos ante el Invima para recibir una autorización definitiva para su producción en serie, al tiempo que se mantiene en el horizonte la meta a largo plazo que se trazó desde un comienzo: aportar al desarrollo de la industria biomédica en la ciudad y en el país con la creación de empresas de base tecnológica e insumos médicos, gracias a las relaciones que se lograron con empresas nacionales y extranjeras en este proceso.
Prueba de vacunas
El Programa de Estudio y Control de Enfermedades Tropicales —Pecet—, adscrito a la Facultad de Medicina de la UdeA, lleva más de 20 años trabajando en problemáticas de salud pública que afectan, sobre todo, a los habitantes de países pobres. Su trabajo de investigación se hizo conocido en diferentes latitudes, lo que llevó a que la farmacéutica Janssen lo seleccionara, en agosto de 2020, para el ensayo clínico en fase III de la vacuna de una sola dosis contra la covid-19. La empresa estadounidense lo destacó entre los cinco primeros grupos de investigación —de 180 que participaron en el mundo— en este ensayo.
Adicionalmente, esto llevó a que, en febrero de este año, 14 meses después de concluido ese estudio, la farmacéutica china Wantai BioPharm le pidiera al Pecet ser uno de los centros en Colombia donde se lleve a cabo la fase III de las pruebas clínicas de una vacuna intranasal contra la enfermedad causada por el SARS-CoV-2. Y dentro de poco, el Programa va a adelantar un estudio sobre el tiempo de inmunidad de la vacuna, en un proyecto para otra empresa extranjera.
A futuro, el Pecet aspira a mantenerse como un centro de referencia médica internacional que le permita participar no solo en la realización de pruebas, sino también en el desarrollo de medicamentos para distintas enfermedades que afectan a la población mundial. De esta manera, el profesor Iván Darío Vélez, director del Programa, apuntó que este proyecto puede contribuir a posicionar a la Universidad de Antioquia como un centro clave dentro del ecosistema de investigación científica en Colombia y convertirlo en un referente global en la respuesta efectiva a problemas de carácter internacional.
Polifonía para pensar la pandemia
El primer volumen del libro Polifonía para pensar la pandemia, del fondo editorial de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, fue publicado en diciembre de 2020 e incluyó voces de profesores e investigadores de las ciencias sociales, las humanidades, la medicina, la ingeniería, la salud pública y la economía, entre otras disciplinas, que recogían las experiencias del primer año de pandemia y de los difíciles días del confinamiento obligatorio.
Ahora llega un segundo volumen, presentado a comienzo de marzo de este año, en el cual los autores se concentraron en indagar por lo hecho desde la academia para resolver los problemas derivados o expuestos por la pandemia de la covid-19 y, al igual que el primer libro, son miradas desde diversas disciplinas, que aportan a la comprensión de un momento que aún estamos viviendo.
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