Sociedad

La llegada de la UdeA a Caucasia motivó a otras instituciones de educación terciaria para ofrecer programas en el Bajo Cauca. Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / Cristian Hernández.

La estrategia de regionalización de la UdeA, después del Urabá, eligió al Bajo Cauca como la segunda subregión en la que la Alma Máter haría presencia. La idea de consolidar a la Universidad como la casa de todos, a lo largo y ancho de Antioquia, se empezó a cristalizar en 1996 en el municipio de Caucasia.

«Pasamos de hacer presencia en lugares que implicaban grandes desafíos logísticos y de infraestructura a contar allí, desde 2004, con una ciudadela propia y moderna», contó Jorge Iván Gallego Mosquera, director de Regionalización de la UdeA, quien añadió que este campus sería el primero en construirse por parte de la institución por fuera del Valle de Aburrá. 

Y es que las primeras clases en esta zona del departamento se impartieron en la Hostería Horizontes —hoy Normal Superior de Caucasia— y en el Liceo Concejo Municipal, entre otros lugares, que abrieron con agrado y solidaridad las puertas a la educación superior. «Las actividades académicas empezaron en 1997 y estas instituciones nos recibieron como al mejor huésped, como cuando llega a la casa alguien que uno aprecia», dijo Isabel Yabur Ríos, primera directora del Campus Caucasia de la UdeA. 

Sin embargo, era necesario un espacio propio para seguir creciendo y el lugar elegido fue un terreno entregado como pago a la UdeA por parte de la Secretaría de Agricultura de Antioquia, en la zona urbana de Caucasia. El área de 37 000 metros cuadrados empezó a ser intervenida en 2002 y el 14 de febrero de 2004 fue inaugurada con sus primeras infraestructuras compuestas por un edificio administrativo, un bloque de aulas y una cafetería.

Una segunda etapa del complejo, los laboratorios de ciencias básicas, fue entregada en abril de 2015; la tercera fase, que comprendía otro bloque de aulas, fue habilitada en septiembre de 2019, año en el que también se remodeló el auditorio, por último, en 2022 se puso en marcha el laboratorio de innovación.  

«Con un diseño bioclimático —que brinda confort térmico aprovechando el ambiente— a través de techos altos y bóvedas, que mitigan el calor y la humedad, se avanzó en las obras hasta llegar a lo que tenemos hoy, una ciudadela completamente equipada para responder a las necesidades de la comunidad», expresó Edgar Alonso Correa Ospina, director del Campus Caucasia de la UdeA. 

Como el crecimiento continúa, este 2024, para celebrar los 20 años del campus, se entregarán los trabajos de remodelación y ampliación del complejo deportivo, que incluye una cancha de fútbol con grama sintética, cerramiento, graderías y una pista de trote alrededor; una placa polideportiva con cubierta para microfútbol, balonmano y basquetbol y una piscina con sus camerinos.

Las obras de infraestructura del Campus, que en estos 20 años suman cuatro etapas han avanzado de la mano del proyecto educativo planteado por la Alma Máter para el Bajo Cauca de Antioquia. Foto: Coordinación Cultural Campus Caucasia UdeA / José Antonio Segura.

Transformación regional 
 

Así, este proyecto educativo ha estado en constante desarrollo. «No podíamos parar, en medio de las obras y adecuaciones fuimos avanzando, porque este era un proyecto urgente para una región con muchas necesidades enmarcadas en el conflicto armado colombiano y el abandono», expuso la exdirectora Yabur Ríos, quien señaló que el paso a paso de la Alma Máter en el Bajo Cauca antioqueño no se quedó en los avances de infraestructura, pues los territorios vivieron las transformaciones socioculturales que trajo consigo la apertura al mundo del conocimiento. 

«Se abrió la posibilidad de pensarnos como investigadores, como gestores del desarrollo en Caucasia, Tarazá, El Bagre, Cáceres, Zaragoza, Nechí e incluso el sur del departamento de Córdoba», anotó Beatriz Elena Hernández Álvarez, rectora (e) de la Institución Educativa La Inmaculada de Tarazá, quien fue una de las primeras graduadas del campus en la Licenciatura en Español y Literatura.

Según Gallego Mosquera, «la presencia de la Universidad de Antioquia en este territorio traspasó los límites de su campus y siempre está vigente en la dinámica de la subregión con sus más de 2500 egresados, quienes han sido formados con el espíritu humanista de la institución y se han articulado profesionalmente en diversos sectores sociales y productivos de sus municipios, cualificando sus campos de trabajo».

Antes, las únicas alternativas que existían para los bachilleres de la zona eran viajar a Medellín o Montería, pero en mi caso, desde que estaba en el Liceo Caucasia, se fue gestando un sueño, estudiar en la Universidad de Antioquia aquí donde nací, contó Jorge Mario Vélez Macías, estudiante del octavo semestre del pregrado en Psicología de la UdeA en el Campus Caucasia. «Yo pasaba desde chico por el frente de la ciudadela y me repetía mentalmente: "voy a estudiar en la de Antioquia"», aseguró.

En el caso de la profesora Hernández Álvarez, su formación en la Alma Máter se extendió al posgrado y en la actualidad, además de estar como rectora encargada de la Institución Educativa La Inmaculada de Tarazá, es protagonista de procesos sociales con la comunidad sordoseñante, las mujeres y los bachilleres del Bajo Cauca. «Hoy le puedo responder a los jóvenes con claridad por qué estudiar un pregrado, cómo se deben preparar, qué significa ser egresado de la UdeA y cómo llevar a sus comunidades lo aprendido en las aulas», amplió la profesora.   

«Para mí, lo que ha pasado con la profesora Beatriz Hernández es la muestra de que nos podemos sentir tranquilos y orgullosos del trabajo intenso para que la Alma Máter haga presencia efectiva en toda Antioquia», explicó Correa Ospina. 

En el año 2002 comenzaron las explanadas en el terreno entregado a la UdeA por parte de la Secretaría de Agricultura de Antioquia. Foto: archivo Coordinación Cultural Campus Caucasia UdeA / José Antonio Segura.

Nodos estratégicos 
 

En la actualidad el Campus Caucasia de la Universidad de Antioquia tiene 16 programas de pregrado presenciales de diferentes áreas del conocimiento activos, con aproximadamente 960 estudiantes matriculados, y cuatro programas virtuales, con más o menos 350 alumnos inscritos. 

También, a través de la planeación estratégica, la institución ha iniciado el trabajo en una agenda conjunta con la comunidad y el sector productivo que está dividida en los nodos: desarrollo sostenible, paz territorial, ciencia y educación y salud y vida. «La confianza ganada nos permite participar y planear espacios de discusión y toma de decisiones para consolidarnos como aliados de los productores, las administraciones municipales y la sociedad civil», dijo Gallego Mosquera.  

Con dichos nodos la UdeA pretende encarar los desafíos y perspectivas del Bajo Cauca en términos de investigación, creación e innovación, y hacer un ejercicio de priorización que permitirá orientar a los actores regionales sobre las demandas más sentidas e iniciar acciones para la búsqueda de alianzas estratégicas y de fuentes de financiación. «Son sin duda las repercusiones del proyecto educativo que se inició en este territorio desde 1997, porque decir en el Bajo Cauca soy de la Universidad de Antioquia abre todas las puertas», añadió la profesora Hernández Álvarez.

«Y en esos espacios esperamos estar los estudiantes, quienes sentimos que estamos siendo formados académicamente a la par de nuestros colegas de Medellín, para ser profesionales representativos de nuestra comunidad», concluyó Vélez Macías.