Vida

En la foto, los miembros del grupo artístico Parque Aéreo. Cortesía: Juan Pablo Muñoz

Según el estudio de consumo de sustancias psicoativas Pradican, realizado en 2012 con estudiantes de pregrado de la sede Medellín, la prevalencia anual de consumo en la Universidad de Antioquia es la siguiente: marihuana 20.8%, LSD 4%, cocaína 2.9% y hongos 1.8%. Adicionalmente, establece que el alcohol, el tabaco y la marihuana son las sustancias que más se consumen en la Institución. Esto se debe en gran parte a la concepción de consumo asociado a la experiencia universitaria, de acuerdo con algunos estudiantes que participaron de la investigación cualitativa “Del viaje en U”, realizada en 2007 por la red Unir. 

La estrategia ZOU se enmarca en el Programa Educativo de Prevención de Adicciones –PEPA— del Departamento de Promoción de la salud y Prevención de la enfermedad, P y P, de la Dirección de Bienestar Universitario, desde un enfoque de mitigación y con el apoyo de la Secretaría de Gobierno de Antioquia y de la Corporación Surgir fue posible levantar las bases para su desarrollo. 

Hace algunos años, con base en la política nacional “Cero consumo”, la Universidad implementó una campaña denominada “Decide con argumentos”. Esta perspectiva poco a poco fue cambiando y hoy, en consonancia con la política del Ministerio de la Protección Social (2007) basada en el modelo de inclusión social del consumidor de sustancias psicoactivas, además de las estrategias de prevención y contención que se han llevado a cabo, se considera como preponderante el nuevo componente de la mitigación.

En la Universidad, a través de la ZOU, se identificaron algunos sitios que según los líderes de opinión son los más estigmatizados por el consumo de sustancias psicoactivas: la zona donde se encuentra la escultura El beso y el Estadio Universitario, conocido como el “aeropuerto”; y el Teatro al Aire Libre, TAL, son los espacios más comúnmente asociados con el consumo. Y aunque es cierto que en estos lugares se presenta tal situación, también son espacios donde la comunidad universitaria se reúne en torno al arte, la cultura, el deporte y la recreación. 

La intervención de la ZOU se hace a través de un modelo de trabajo en red: una red operativa y una red de recursos comunitarios, a partir de las cuales se intenta dar respuesta a las necesidades de la comunidad. 

La Dirección de Bienestar Universitario participó en la construcción del Plan Metropolitano de Drogas como parte de la Mesa Metropolitana de Drogas. Producto de esa mesa surge la red que aporta recursos encaminados a la gestión de la estrategia que busca la inclusión social de las personas vulnerables al consumo.

Algunas de las actividades y servicios que se implementan en la Universidad a través del Departamento de P y P son atención de casos de consumo identificados; seguimiento de estos casos con el fin de verificar los servicios que la persona recibió y evaluar otras necesidades a ser atendidas; entrega de material educativo de apoyo con información sobre aspectos relacionados con la prevención y mitigación del consumo de sustancias psicoactivas; capacitación y formación a los profesionales y coordinadores de Bienestar en aspectos generales de prevención de adicciones.

Por medio de Bienestar, la red operativa ha venido trabajando con grupos de estudiantes que realizan actividades lúdicas, artísticas, académicas o deportivas de manera informal, llamadas “minorías activas”. Juntos han realizado actividades de enganche para sensibilizar a la comunidad universitaria sobre temas de consumo y a la vez lograr el reconocimiento y apropiación de la ZOU, así como de los recursos de la Universidad. 

Víctor Zapata Serna, profesional encargado de la ZOU desde la Corporación Surgir, añade que de esta manera se ha logrado vincular a estudiantes que tienen prácticas de consumo, “no necesariamente problemáticas, sino que tienen un consumo experimental o habitual”. A la fecha, 1.074 estudiantes han participado en las actividades de enganche. 

Asimismo, alrededor de 94 actores de la comunidad universitaria, entre ellos las agrupaciones que conforman el Parque Aéreo de la Alma Máter, dedicados a la práctica de deportes alternativos como street workout, telas, mástil chino, slackline, acroyoga y danza aérea, se han vinculado a la red operativa.

Ellos, animados por la actividad física y por el deseo de romper con los estereotipos asociados al consumo de psicoactivos, han asumido un papel clave en el desarrollo de la estrategia ZOU. Por ejemplo, han realizado muestras donde dan a conocer sus deportes alternativos y así atraen la atención del público y los vinculan con la estrategia. El profesional encargado de la ZOU agrega que así  "logra articular esas prácticas informales con la institucionalidad y se genera un trabajo en conjunto”.  

De acuerdo con Jaime Alonso Mejía Ocampo, psicólogo del Departamento de P y P, la participación de los diversos actores es vital, sobre todo la que se hace desde las propias experiencias y capacidades. “El arte, el deporte, la cultura, el sano esparcimiento, los encuentros cotidianos, los servicios sociales y de salud, entre otros, pueden articularse y formar un conglomerado de servicios para los consumidores de psicoactivos en aras de mejorar su bienestar”, expresa el profesional. 

Finalmente, para Víctor Zapata, uno de los grandes logros de la estrategia es que propicia la transformación de las representaciones sociales respecto al consumo de sustancias psicoactivas, ya que dichas representaciones generan la exclusión y discriminación de las personas que son consumidoras. 

“Creo que la ZOU es una estrategia que sí permite trabajar sobre esas representaciones sociales, en tanto propicia el acercamiento a esta población. Cuando empiezas a relacionarte, comienzas a entender que el consumidor es un sujeto de derechos, que el consumo no lo consume. Es una persona en toda su integridad”, reflexiona Zapata.

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