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La inteligencia artificial es de gran ayuda para la medicina, pero debe usarse siempre con responsabilidad. Foto: Facultad de Medicina

El avance de la inteligencia artificial —IA— plantea un reto para la educación superior en todo el mundo. Ante esto, la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia reunió a profesionales de diferentes disciplinas, quienes, tras varios meses de trabajo, presentaron unas directrices para guiar el uso responsable y ético de esta herramienta entre estudiantes, docentes e investigadores de esa unidad académica, pero que se puede proyectar a toda la Alma Máter. 

El eje central del documento Lineamientos y recomendaciones para uso de Inteligencia Artificial en la Facultad de Medicina, es incorporar el uso de la IA de una manera armónica entre las potencialidades de esta herramienta y la práctica estudiantil y profesional. 

«Es importante reconocer que la IA ya forma parte de nuestras dinámicas académicas y prfesionales y entender cuál es el alcance de ese uso y qué aspectos normativos deben cumplir», indicó Katalina Muñoz Durango, la docente que lideró al grupo de profesionales que concibió la guía. 

De acuerdo con la docente, la intención es «promover un uso responsable y ético de la inteligencia artificial, más en un área como la medicina, donde se manejan datos personales y sensibles, información que debe ser tratada con estricta confidencialidad y en cumplimiento de la normativa vigente».

Una herramienta de uso necesario

Lo anterior refleja la preocupación por evitar riesgos como fraudes académicos o uso indebido de información privada de las personas, pero el documento acordado en la Facultad de Medicina también apunta a saber aprovechar esta herramienta para la investigación e innovación en el área de la salud.

«El uso de la IA en investigación es muy potente. En docencia estas herramientas pueden generar una capacidad muy importante para los profesores y para los estudiantes puede ser de gran apoyo. Por eso, las instituciones que primero empiecen a incorporar IA en sus procesos de educación e investigación van a ir a una velocidad mucho mayor», enfatizó Muñoz Durango.

En este sentido, Pablo Javier Patiño Grajales, decano de la Facultad de Medicina, afirmó que «es fundamental que nos pongamos de acuerdo como institución, y ojalá como instituciones de educación superior en el país, para tener acuerdos que nos permitan, independiente de la profesión, lograr que la inteligencia artificial sea de verdad una herramienta, un instrumento para los procesos formativos, para procesos de servicio a la comunidad, para procesos de investigación, de administración y otros en los que puede ser muy eficiente».

Para ello, dijo, es necesario tener «como elemento central, una formación humanista basada en unos valores que finalmente permitan que nuestra sociedad siga creciendo como un eje fundamental del trabajo colaborativo, articulado, y que dé respuesta a las necesidades, no de una institución o de un grupo, sino finalmente de toda la sociedad».

En la construcción de este documento también se tuvieron en cuenta las ideas de quienes se encuentran en proceso de formación. «Esto representó un trabajo colaborativo y de reconocimiento de quienes ya han trabajado en este campo. Es importante no partir de cero y entender que la colaboración es fundamental en este tipo de iniciativas», resaltó John Aiber López Pérez, consejero y representante de los estudiantes ante el Consejo de Facultad de Medicina.

«El documento logró reflejar una visión equilibrada: reconoce que la IA puede ser útil para nuestro aprendizaje, pero establece límites claros para proteger nuestra formación. En las profesiones de la salud, el juicio crítico y la relación humana con el paciente son irremplazables», sostuvo López Pérez.

Este esfuerzo, que inició en junio de 2025, estuvo liderado por la docente Katalina Muñoz Durango, y en él participaron las profesoras Sara Marcela Valencia Cadavid y Eliana Restrepo Pineda, los docentes Juan Carlos Alzate Ángel y Alejandro Hernández Arango, todos de la Facultad de Medicina; el consejero y representante estudiantil ante el Consejo de Facultad John Aiber López Pérez, y la auxiliar Carolina Parra Zuleta.

Un camino que puede servir a otras áreas

Katalina Muñoz Durango dijo que el siguiente paso debe ser un plan de alfabetización en IA, en el cual, además de las capacitaciones, conferencias y ciclos formativos dirigidos a estudiantes, docentes y personal administrativo, se deben idear estrategias de difusión, para crear consciencia sobre el uso adecuado de la inteligencia artificial en el ámbito universitario.

Para el decano Pablo Javier Patiño Grajales, es clave que los docentes tengan un conocimiento tecnológico de la inteligencia artificial y los principios que deben guiar su uso, para saber aprovecharla en el campo específico que comparten con sus alumnos.

«Nos puede dar mucho temor por el desconocimiento que se puede tener por parte del profesorado, pero creo que ese es el desafío que hoy nos lleva a plantearnos la forma de llegar de una manera distinta a los procesos formativos de nuestros estudiantes», señaló Patiño Grajales. 

Agregó que, por eso, «requerimos que nuestros profesores entiendan los fundamentos de la inteligencia artificial, la sepan usar y lleven rápidamente a los diferentes escenarios de formación, tanto en lo que llamamos las áreas de fundamentación no básicas como en las áreas clínicas, en el trabajo con las comunidades, en el trabajo con la asistencia clínica en los diferentes hospitales». 

El líder estudiantil John Aiber López Pérez destacó que «para la Universidad en general, esto marca un precedente importante. La Facultad de Medicina es pionera con estos lineamientos, pero el siguiente paso natural es articularnos como Universidad de Antioquia para continuar desarrollando este tema de manera institucional. No se trata solo de que otras facultades repliquen estos lineamientos, sino de construir como comunidad universitaria una política institucional coherente que respete las particularidades de cada disciplina pero que comparta principios éticos y pedagógicos comunes». 

Le puede interesar: documento completo  Lineamientos y recomendaciones para uso de Inteligencia Artificial en la Facultad de Medicina.

Siete principios rectores

Para definir siete principios clave que guiarán la adopción de la IA en la Facultad, el equipo que elaboró el documento tuvo como base documentos públicos de la Organización Mundial de la Salud —OMS—, la Unión Europea —UE— y la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura —Unesco—. 

Dominio intelectual humano: La IA apoya, pero no sustituye, el juicio y la toma de decisiones. 

Beneficio y bien común: La IA debe mejorar el bienestar, la inclusión, la equidad, la diversidad cultural y lingüística, y los derechos humanos, para asegurar que ningún desarrollo tecnológico prevalezca sobre la dignidad humana.

Equidad y acceso: La adopción de la IA debe reducir brechas y garantizar un acceso justo a las tecnologías, para evitar exclusiones o sesgos. 

Integridad académica y ética: Todo uso de la IA debe ser transparente, declarado y citado adecuadamente. 

Seguridad, privacidad y protección de datos: Estricta protección de datos personales, sensibles, clínicos y académicos en línea con la normativa vigente. 

Responsabilidad: Todo usuario de IA es responsable de verificar, validar y asumir las consecuencias de su uso. La IA no exime de la responsabilidad profesional ni académica. 

Humanismo: La IA puede apoyar los procesos, pero nunca sustituir el juicio humano ni la dimensión relacional médico-paciente.