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Ciencia Sociedad Cultura

Colección arqueológica del Muua se enriquece con entregas voluntarias

28/10/2024
Por: Carlos Olimpo Restrepo S. Periodista de la Dirección de Comunicaciones de la UdeA

La guaquería alimentó por muchos años las colecciones patrimoniales de particulares, pero la Constitución de 1991 y normas posteriores, que declararon esos bienes como pertenecientes a la nación, redujo la actividad comercial e incentivó la entrega de estos elementos a entidades especializadas en custodiarlas. El Museo Universitario recibió recientemente una colección de 192 objetos. 
 


En la colección entregada por Luis Fernando Restrepo se encuentra este pedestal para plato de la cultura zenú, con fechas de existencia entre los años 150 y 1600 de la era actual. En la imagen Hernán Pimienta, curador de la Colección de Antropología del Muua Foto: Dirección de Comunicaciones UdeA / Alejandra Uribe F.

La Colección de Antropología del Museo Universitario de la Universidad de Antioquia —Muua— se ha construido a lo largo de 80 años mediante compras a particulares, entidades y comunidades, así como aportes de profesionales de la UdeA o de otras universidades, de intercambios con diferentes centros de investigación y empresas públicas y privadas, que en sus actividades rutinarias encontraban o tenían piezas de culturas ancestrales. 

También han llegado piezas entregadas de manera voluntaria por particulares, en especial procedentes de hallazgos fortuitos, relacionados con contextos funerarios, sitios habitacionales y hasta basureros, con huellas que pueblos indígenas han dejado a lo largo de los siglos. 

«La gente encontraba vasijas o fragmentos de cerámica, elementos elaborados en piedra, que fueron acumulando y luego las trajeron», recordó Hernán Pimienta Buriticá, curador de la Colección de Antropología, quien agregó que también llegaron piezas halladas en trabajos de campo de estudiantes y profesores de la Universidad, en especial del pregrado de Antropología. 

Y en décadas recientes, el Muua ha sumado a las piezas que tiene en custodia colecciones que algunas personas hicieron a la largo de sus vidas y decidieron donar, sin contraprestación económica, luego de que la Constitución de 1991 declaró el patrimonio arqueológico como un bien de la nación y de carácter inalienable, inembargable e imprescriptible, es decir, que no se puede hacer negocios con él. Y luego, en 2002, se prohibió a los museos, mediante el decreto 833, comprar esos bienes. 

Pimienta Buriticá informó que «esto marca un antes y un después, ahora las piezas llegan a los museos bajo tres modalidades: como resultado de investigaciones, por enriquecimiento de colecciones mediante el intercambio de piezas entre instituciones públicas y por entrega voluntaria». 

Este es el caso de Luis Fernando Restrepo Márquez, un ingeniero civil que se aficionó en la década de los 70 del siglo XX, y quien a comienzos de este año hizo entrega voluntaria de 192 piezas al Muua. «Mi esposa se murió el año pasado y puse la casa en venta, vinieron algunas personas interesadas en comprarla, pero se asustaban cuando veían esa colección. Ante esto, decidí entregarla y hablé con una hija mía experta en temas culturales y ella me sugirió entregarla al Museo de la Universidad de Antioquia», relató el profesional, quien agregó que, a los pocos días, fue un equipo de la entidad a recoger los objetos. 

«Esto surgió porque, en los años 70, en Santa Marta, donde había mucho guaquero, uno de ellos me regaló una pieza. Luego, un cuñado mío, que le gustaba salir con esas personas y tenía una pequeña colección, me dio otras; unos amigos que tenían una casa Montería me ofrecieron elementos de la cultura sinú; otra vez, en un negocio de antigüedades, les llegaron unas piezas, me las ofrecieron y compré varias. Y así, casi sin darme cuenta, me fui haciendo a una colección», recordó Restrepo Márquez. 

«Tuvimos la oportunidad de recibir esta gran colección particular; detectamos que hay algunas réplicas o copias, pero la gran mayoría son piezas originales. Este señor se acercó porque desde su familia lo incentivaron para que estos bienes estuvieran en una institución de esta naturaleza, donde estarán mejor cuidados, y entonces sus familiares, en años recientes, trataron de que estas piezas quedaran en estas manos y  esa inversión que él hizo a lo largo de los años no corriera el riesgo de perderse», explicó el curador del Muua. 

El funcionario precisó que cada año el Museo recibe algo más de 120 solicitudes de asesoría por parte de personas interesadas en saber sobre objetos que están en sus familias desde años atrás, algunas con el fin de saber si tienen algún valor monetario, pero tras enterarse que son bienes de interés cultural que no pueden ser comercializados, se deciden por hacer la entrega voluntaria, aunque algunas no lo hacen. 

«Pero todavía hay gente que tiene bienes culturales en la casa y no saben qué hacer con ellos, algunos los usan como elementos decorativos o pisapapeles, hasta para trancar las puertas. Hemos visto caso en los que grandes metates son usados por campesinos para darles alimentos a los animales», se lamentó Pimienta. 

Estado en que se encontraba la colección en la vivienda de Luis Fernando Restrepo. Foto: cortesía Muua / Hernán Pimienta

Custodios de un patrimonio de todos 

El Museo Universitaria de la UdeA, al igual que los demás museos del país, no es propietario de los bienes arqueológicos que se exhiben o están en sus depósitos, y se debe acoger a lo que establece el decreto 833 de 2002 sobre el Patrimonio Arqueológico Nacional. 

Todas las piezas deben estar reportadas ante el Instituto Colombiano de Antropología e Historia —ICANH— y esta entidad se encarga de entregar el permiso de custodia de ese bien patrimonial de la nación a museos o centros culturales públicos o privados, e incluso a algunos particulares

Cuando se reciben piezas, la entidad receptora hace un análisis de los elementos para verificar su originalidad, luego hace el registro, los clasifica según diferentes categorías y envía esta información al ICANH, para que decida si autoriza la recepción de las piezas y a quién entrega la custodia de estas. 

En el Museo de la UdeA se encuentran objetos de cerámica, líticos, orfebres, textiles, de madera, en conchas y restos de personas, los cuales aportan conocimiento sobre la historia regional y nacional, dan idea de la riqueza y diversidad cultural del país y por eso son bienes de la nación. 

Pero no todo lo que hay en el Muua es de gran antigüedad. En 2019 el museo recibió una batea para lavar oro hecha recientemente por Alexander Villada García, un minero del municipio de Nariño, Oriente de Antioquia, quien visitó el museo ese año y vio unos elementos de este tipo, muy desgastados por el uso. Por su valor etnográfico, la nueva pieza se exhibirá dentro de poco al lado de las más antiguas. 

Este contenido cuenta con traducción en Lengua de Señas Colombiana

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