Como Consejo Académico, expresamos nuestra disposición a la reflexión, el diálogo y la acción concertada, para que, escuchando las diferentes voces y propuestas, encontremos las soluciones que nos permitan seguir avanzando juntos, en el marco de la autonomía universitaria, hacia el bienestar colectivo, en cumplimiento de nuestra misión educativa y científica. 

La coyuntura actual de la institución es vivida y sentida desde diferentes perspectivas y, por eso, es comprensible que algunos colectivos demanden soluciones a través de diversas formas de expresión. La naturaleza plural de nuestra Alma Máter admite las manifestaciones pacíficas, porque su misión se fundamenta, también, en la apertura a la crítica, el debate, el diálogo y la búsqueda de alternativas ante las dificultades. 

Bajo esta premisa invitamos a todos los estamentos universitarios a reflexionar sobre el inconveniente uso de mecanismos de protesta que ponen en riesgo o generan daños a las personas, procesos y bienes, dentro o fuera de la Universidad. Es necesario, en tiempos de incertidumbre, que la defensa de los intereses de la comunidad universitaria se armonice con la capacidad de autorregulación y la protección de la vida. 

Reconocemos el compromiso histórico de los universitarios por la defensa de la Universidad como institución pública, la legitimidad de la protesta pacífica, la urgencia de actuar frente a los desafíos financieros que enfrentamos como institución y, en últimas, el reconocimiento de la educación como un derecho, finalidad del mayor valor para quienes hacemos parte de esta comunidad.

Valoramos la voluntad y compromiso del señor Rector y su equipo de trabajo de participar en una mesa de negociación multiestamentaria, en la que, como Corporación, también nos disponemos a participar. La negociación respetuosa y el reconocimiento de las diferencias deben ser el camino para llegar a acuerdos sobre temas tan trascendentales para nuestra institución.

Es prioritario que como comunidad universitaria encontremos una voz unificada que, en medio de las diferencias, exprese a la sociedad con suficiente resonancia y claridad nuestro mensaje: mantener la Universidad abierta y funcionando, y defender sus ejes misionales de docencia, investigación y extensión. La Universidad debe seguir siendo un espacio de encuentro, construcción colectiva, transformación social de los territorios donde hace presencia y promotora de la justicia social para sus pobladores.

Consejo Académico
25 de noviembre del 2024